martes, 13 de enero de 2015





La mayoría de los mundos se forman dentro del campo de la polaridad, el campo de juego. La polaridad siempre es un gran maestro. La polaridad enseña que uno deberá permanecer en armonía con la noche oscura de uno mismo y en la luz brillante del nuevo día. En la enseñanza de la polaridad, uno está ganando maestría al permitir que los campos de la oposición jueguen entre ellos o alrededor de ellos, pero no dentro de ellos, permitiendo así que todos los seres participen en sus patrones de crecimiento y drama sin afectar los resultados de los otros, permitiéndoles a los demás ser lo que son sin juzgarlos ni imponerse sobre su creación.

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